La paleoherpetología es una especialidad de la paleontología con una historia rica en nuestro país pero escasamente conocida, aún por sus propios cultores. A partir de los primeros trabajos científicos del siglo XIX, esta disciplina ha avanzado de manera saltuaria hasta la década de los 60 del siglo XX, cuando adquirió continuidad y diversidad temática llegando a ser la más destacada del Hemisferio Sur. A través de los 150 años de su historia se advierten los cambios culturales y los diferentes momentos políticos e institucionales por los que atravesaron los personajes que llevaron a cabo sus aportes científicos a la paleoherpetología. Analizándolo en perspectiva, y hasta nuestros días, son de una riqueza invalorable. Sin embargo, el entendimiento sobre quiénes aportaron esos conocimientos y cómo lo hicieron es también incompleto, y cada vez más distante para las jóvenes generaciones de paleontólogos. En tal sentido, y con un fuerte contraste, la paleomastozoología fue predominante en nuestro país, tanto por las contribuciones científicas como por los estudios biográficos de los paleontólogos de esa especialidad.